Alimentación Complementaria
La alimentación complementaria es aquella que complementa la lactancia sin desplazarla inicialmente.
La primera experiencia con nuevos alimentos debe ser agradable, tanto para el bebé, como para la familia.
Se debe elegir el momento del día adecuado para dedicarle el tiempo necesario para este aprendizaje.
Es importante que lo sientes frente a vos, para que vea bien la cuchara y los alimentos, y pueda disfrutar los colores, las texturas y los nuevos sabores.
Colocá el alimento en el centro de la lengua del bebé para evitar que lo escupa.
Recordá que la primera vez que recibe alimento con cuchara, generalmente saca la lengua (como hace para succionar) y puede parecer que está rechazando el alimento, sin que ésto signifique desagrado por la comida. Insistí una y otra vez.
Anticipale que va a comer por medio de una canción o de un gesto; por ejemplo, mostrarle el babero, preparar la mesa, u otro semejante.
Ofrecele una cuchara, nombrale los alimentos, hablale de sus características de color, temperatura, etc. Acompañá sus comentarios con gestos y entonaciones agradables. De esta manera el bebé, poco a poco, ira reconociendo el momento de la comida como una rutina necesaria y placentera, en la que debe participar activamente.
No te preocupes si no come lo que vos esperas, es un proceso de aprendizaje. Cada niño tiene su ritmo y debe ser respetado.
Incorporá un alimento por vez, cada dos o tres días para evaluar su tolerancia.
Recodá acompañar las comidas con líquidos como: agua mineral con bajo contenido en sodio o agua potable.
Alimentación perceptiva
Este estilo de crianza tiene como objetivo la interpretación adecuada por parte de los cuidadores de las señales que va transmitiendo el lactante.
Aquí se hace hincapié en la importancia que tiene, que el cuidador responda a las señales de hambre y saciedad del niño, interpretando cuándo dar de comer y cuándo terminar.
Lo ideal para comenzar con la alimentación complementaria es que el bebé se mantenga sentado con apoyo, sea capaz de tomar alimentos con la mano y llevarlos a la boca, haber desaparecido el reflejo de extrusión (por el cual la lengua saca los alimentos hacia afuera) y además, presentar interés por la comida.
En algunas condiciones médicas, todos estos hitos del desarrollo no se darán hasta un tiempo después de los seis meses. Muchas veces, a causa de la hipotonía -como sucede en el síndrome de Down-, los bebés no logran sentarse y tienen a su vez una adquisición tardía del hábito masticatorio o en algunas ocasiones surgen dificultades en la deglución. Esto no debe desanimarte, lo importante es lograr junto al equipo de profesionales que te acompaña, cuál es la técnica adecuada para que tu bebé pueda disfrutar lentamente de otros sabores y texturas propias de la variedad de los alimentos sin riesgos.
¿Con qué alimentos se inicia?
Te conviene comenzar con los alimentos que culturalmente ingieren en la familia, principalmente con los que más consumió la mamá durante el embarazo dado que el bebé ya está familiarizado con esos sabores. No hay evidencia científica que sugiera que tal o cual alimento introducido antes del año genere alergias alimentarias u otras complicaciones.
Incorporá los alimentos cocidos de a uno para que se aprecie el sabor y la textura de cada uno de ellos, teniendo en cuenta ofrecer alimentos de diferentes grupos (carne, legumbres, verduras, frutas y cereales).
No agregues sal, azúcar, edulcorantes, aditivos ni conservantes.
Con respecto a la textura de los alimentos, tradicionalmente se recomienda que las texturas vayan modificándose de manera gradual, conforme el niño crece y presenta un desarrollo neurológico adecuado. Pero más adelante te comentaré sobre BLW y sobre BLISS.
Cómo incorporar los distintos grupos de alimentos?
Frutas y verduras (con el adecuado lavado)
Te recomiendo introducir progresivamente gran variedad de frutas y verduras en cualquiera de las comidas. La decisión de cuál incorporar primero dependerá de los gustos de la familia y de las estaciones del año.
Evitá hasta el año de vida las verduras de hojas verdes (espinaca, rúcula, lechuga, acelga), por poseer un alto contenido en nitratos y presentar riesgo de producir metahemoglobinemia.
Conviene que le ofrezcas la fruta entera, en pedacitos, evitando el consumo de jugo de frutas, ya que puede generar una ganancia de peso inadecuada y caries.
Lácteos y cereales
La leche materna continúa siendo el alimento fundamental en el niño entre 6 y 12 meses de vida, te recomiendo mantenerla a libre demanda, no disminuir el número de tomas con el inicio de la alimentación complementaria, ya que esta no sustituye, solo complementa.
En niños mayores de 6 meses con un número de 4 a 5 tomas por día, no necesitás introducir otros lácteos.
Si el niño no es alimentado con pecho materno, a partir de los 6 meses te recomiendo una fórmula de continuación (de 500 a 750ml/día aproximadamente) con dos raciones de lácteos diarios en la medida que la dieta se vaya diversificando.
Yogurt natural, sin agregado de azúcar y pasteurizado, o quesos crema o blandos se pueden ofrecer con el inicio de la alimentación complementaria.
La leche de vaca entera se recomienda recién a partir del año de vida.
Los cereales se pueden incorporar al inicio de la alimentación complementaria, introduciéndolos en la leche, acompañando a frutas o puré de verduras.
Evitá aquellos cereales con importante agregado de azúcar o miel.
Alimentos ricos en proteínas
En este grupo entran las carnes rojas, pollo, pescado, mariscos, huevos y legumbres.
Es importante que le ofrezcas alimentos de este grupo de manera variada, sobre todo los más ricos en hierro.
El huevo puede ser también incorporado a partir de los 6 meses completo (sin necesidad de separar yema de clara), siempre bien cocido por el riesgo de salmonelosis.
Recordá que las proteínas de origen vegetal, presentes en legumbres y cereales son una buena fuente de proteínas, pero suelen ser menos digeribles que las de origen animal.
Alimentos ricos en hierro
El hierro es un micronutriente fundamental para un adecuado crecimiento y desarrollo. Sus depósitos disminuyen desde el nacimiento, llegando en el 6to mes de vida a valores bajos. Por eso uno de los objetivos de la alimentación complementaria es aportar alimentos ricos en hierro para prevenir anemia (ferropénica) del lactante.
Las fuentes principales de hierro son las carnes rojas, las cuales presentan una adecuada biodisponibilidad del mismo; también una buena opción es la yema de huevo y los cereales enriquecidos.
Hay también fuentes de origen vegetal más difíciles de digerir (con menor biodisponibilidad), pero que deben ser también tenidas en cuenta en la alimentación del niño, como ser legumbres, brócoli y frutos secos (siempre picados o en pasta, por riesgo de atragantamiento).
Tené en cuenta además, que la vitamina C, presente en los cítricos y otras frutas, facilita la absorción del hierro de los alimentos.
¿Cómo ofrecer los alimentos?
Consistencia
En la alimentación complementaria tradicional se recomienda ir de texturas líquidas a papillas, purés, picado fino y trocitos en forma progresiva, tratando de llegar a consistencias grumosas lo antes posible, para poder incorporar la dieta familiar alrededor de los 12 meses.
Las papillas y los purés deben administrarse solo los primeros meses de inicio de alimentación complementaria; si se continúa con este tipo de texturas más de lo necesario, se propiciarán dificultades en la aceptación de alimentos con mayor consistencia.
La OMS (Organización Mundial para la Salud) recomienda aumentar la consistencia de los alimentos siguiendo su adecuado desarrollo y crecimiento. La madurez neurológica tiene un rol fundamental para el avance en la consistencia de alimentos y debería ir cambiando en base a las habilidades adquiridas; no todos los niños las adquieren de igual manera, por lo que no te apures.
¿Cuál es la porción recomendada?
Todo dependerá de la edad y el ritmo de crecimiento del bebé.
A los 6 meses, la alimentación principal seguirá siendo el pecho materno, a libre demanda y frecuencia, al igual que en aquellos niños que reciben leche de formula.
La introducción de la alimentación complementaria se hará de manera gradual, inicialmente con pequeñas raciones (4 a 6 cucharitas), que irán en aumento, conforme la aceptación y el crecimiento del bebé.
Al igual que con la lactancia materna, al incorporar alimentos es conveniente que respetes las señales de hambre y saciedad, sin forzar a comer o distraerlo para que continúe comiendo, recordá el concepto que te comentaba anteriormente en relación a la Alimentación perceptiva.
Cada niño es diferente: evitá compararlo con otros niños. Es bueno que ajustes tus expectativas a la realidad que él está marcando. Esto te ayudará a no frustrarte y evitará tensiones en el momento de la comida, si la alimentación no se está dando como te imaginabas.
Intentá centrarte en la variedad de los alimentos, ya que permitirá crear hábitos saludables que perduren en el tiempo.
Algunos consejos generales
- Mantené rutinas a la hora de comer: sentarse a la mesa y compartir con la familia
- Evitá distracciones a la hora de comer. Se desaconseja el uso de pantallas o juguetes.
- Evitá agregar sal extra a las comidas. Los bebés y niños menores de 2 años requieren muy poca sal; la inmadurez renal no les permite manejar las sobrecargas de la misma.
- Limitá el consumo de alimentos con alto contenido de azúcares, bebidas azucaradas, jugos, postres, lácteos azucarados, etc. El consumo de bebidas azucaradas aumenta el riesgo de obesidad y su consumo lleva a un menor consumo de alimentos de mejor valor nutritivo.
- El uso de condimentos dependerá de las costumbres de tu familia. En la alimentación del niño se pueden usar condimentos suaves como ajo, cebolla, orégano, albahaca o perejil (bien picado y sin tallos). No están indicados inicialmente aquellos condimentos picantes como pimienta, pimentón, comino que pueden causar irritación gástrica.
- Evitá la ingesta de infusiones como té, café, mate cocido, ya que pueden desplazar la ingestión de leche o de otros nutrientes, como así también interferir en la absorción de hierro y crear malos hábitos de alimentación.
- Está contraindicado utilizar algunas infusiones de hierbas, ya que algunas hasta pueden resultar tóxicas en niños pequeños, como el té de anís estrellado, paico, yerba de pollo, entre otros.
- Siempre priorizá el aporte de agua potable en vaso y no le ofrezcas bebidas azucaradas.
- La miel esta contraindicada en la alimentación de niños menores de un año ya que puede transmitir el botulismo.
- Utilizá caldos de preparación casera, con alimentos frescos. Evitá los caldos industriales dado su alto contenido de sodio, grasas y aditivos.
- No se recomiendan los lácteos descremados antes de los 2 años de vida ya que carecen de ácidos grasos esenciales y vitaminas liposolubles, que son de importancia para el desarrollo del sistema nervioso central.
- La ingesta de huevo por separado clara de yema, no tiene ningún fundamento y puede administrarse entero desde los 6 meses. Se recomienda la cocción de la yema aproximadamente por 10 minutos.
- Los cítricos, kiwi, frutilla pueden ofrecerse a partir de los 6 meses.
- Actualmente no hay evidencia científica que avale que la introducción de alimentos alergénicos más allá de los 6 meses pueda prevenir el desarrollo de alergia a los mismos, independientemente del riesgo de atopía que presente el niño, en relación a sus antecedentes familiares.
- En niños con riesgo genético de padecer enfermedad celiaca, se vio que la introducción temprana o tardía no modificaba el riesgo de presentar enfermedad celiaca durante la niñez.
¿Qué es el Baby Led Weaning (BLW) y Baby Led Introduction to Solids (BLISS)?
Son una manera de introducir la alimentación complementaria, de forma distinta a la tradicional, donde al niño se le permite dirigir el proceso desde el inicio: los adultos ofrecen comida segura, saludable y variada, la colocan al alcance del niño y éste elige qué y cuánto comer.
Estas técnicas podrán ser utilizadas solo en niños cuyo pediatra lo considere y con desarrollo psicomotor adecuado, tanto en los que reciben lactancia materna como en los alimentados con fórmulas.
Si se opta por estas técnicas se sugiere que al principio se ofrezcan alimentos en palitos y blandos, así el bebé tomará el alimento con su mano y comerá lo que sobresale de la misma. En la medida que el niño tenga mejor manejo de la pinza digital los trozos podrán ir siendo más pequeños.
Es importante que los adultos estén informados de manera adecuada, como así también que tomen las precauciones necesarias para administrar los alimentos de forma eficaz y segura.
BLW y BLISS comparten la filosofía de autonomía del bebé en la alimentación pero BLISS se diferencia en:
- Poner mayor énfasis en la inclusión de alimentos ricos en hierro (carne, pescado, legumbres) y energía (palta, bananas, calabaza, batata) , mientras que BLW puede centrarse más en la variedad de alimentos.
- Algunas restricciones adicionales en la forma y textura de los alimentos para prevenir atragantamiento (evitando frutos secos enteros, manzana y zanahoria cruda, uvas enteras, gajos de mandarinas) que pueden ser menos estrictas en BLW.
En síntesis BLISS es una variante de BLW que enfatiza la introducción segura y equilibrada de alimentos sólidos logrando menor riesgo de atragantamiento, mejor ingesta adecuada de hierro y mayor potencial de crecimiento adecuado para su edad.
Considero que una muy buena opción es optar por una combinación, donde el bebé experimente eligiendo sus alimentos ricos en hierro y energía que son ofrecidos por los adultos (BLISS), pero en alguna de las comidas también le ofrezcan algún puré o papilla con cuchara.
Ideas de menúes:
Puré de zapallo, calabaza, batata, papa, mandioca.
Harina de maíz (polenta), fécula de maíz (Maizena).
Enriquecidos con:
– Leche materna o fórmulas infantiles o
– Una cucharita de aceite (girasol, oliva, uva, maíz) o
– Salsa blanca o
– Queso blando tipo cremoso o
– Queso blanco untable o Manteca o crema de leche.
Como postre: se puede ofrecer puré de pulpa de frutas maduras bien lavadas y peladas.
Carnes a la plancha, parrilla o hervidas.
Puré de mandioca y carne
Puré mixto (zapallo con papa o mandioca o batata) con carne.
Puré de papa y pollo
Puré de papa, batata y carne
Puré de zapallo con salsa blanca y pollo
Papilla de polenta, zapallo y pollo
Puré de papa con salsa blanca y queso
Polenta con queso
Fideos con carne o pollo bien picado
Arroz bien cocido y pisado
Fideos con salsa blanca, queso y verduras
Budín de vegetales y carne
Ñoquis (mandioca, papa o ricota) con salsa casera
Revuelto de verduras con queso (huevo entero)
Zapallitos rellenos.
Carbonada o locro (no picantes)
Torta de choclo. Sopa paraguaya
Postres y colaciones:
Frutas cortadas en cubos pequeños
Ensalada de frutas (sin agregado de azúcar)
Arroz con leche
Flan
Algunas recetas que te pueden ayudar:
1.Pastel de papa y zapallo:
- puré de papa y zapallo una taza
- carne cortada cocida: 3 cucharas
- yema de huevo: una unidad
- aceite: 1 cucharita tipo té
Agregar al puré la yema de huevo y la cucharita de aceite.
Enmantecar una fuente. Colocar la mitad del puré, la carne y posteriormente la otra mitad del puré. Llevar a horno moderado durante 15 a 20 minutos.
2.Ñoquis de sémola: (4 porciones)
- leche materna o fórmula: 1 taza – aceite o manteca: una cucharita
- sémola: dos cucharas soperas
- yema de huevo: una unidad
Incorporar en forma de Iluvia la sémola en la leche, revolver constantemente hasta que espese la preparación. Retirar del fuego y añadir el aceite o manteca y la yema de huevo. Verter la mezcla caliente sobre la mesada y emparejar con una espátula hasta alcanzar 2 cm de espesor. Dejar enfriar. Cortar los ñoquis con un cortante y acomodarlos sobre una placa enmantecada. Rociar los ñoquis con queso y gratinar en el horno.
3.Zapallitos con salsa blanca y carne:
- zapallitos: una unidad
- carne cortada cocida: dos cucharas soperas
- salsa blanca: media taza
Cocinar el zapallito, dejarlo enfriar luego cortarlo por la mitad. Retirar lo de adentro y procesarlo. Dejar secar el zapallito. Mezclar lo que se procesó de los zapallitos con la salsa blanca y la carne picada. Rellenar los zapallitos con la mezcla y colocar en el horno por 20 minutos.
4.Papilla de lentejas y pollo:
- cebolla: taza
- pollo cocido: 2 cucharas
- zanahoria: 1 unidad mediana
- lentejas previamente cocidas: 1 taza
- queso crema: 2 cucharas
Hervir las cebollas y zanahorias. Mezclar todos los ingredientes y procesarlos. Si fuera necesario, agregar caldo casero para mejorar la consistencia. Servir. Se puede reemplazar las lentejas por arvejas o porotos frescos.
5.Salsa de Tomate:
- tomate: 1 unidad chica
- cebolla picada: una cuchara
- aceite: una cuchara tipo te
- orégano
- zanahoria rallada: una cuchara
Pelar el tomate (sumergirlos durante 30 en agua hirviendo), quitar las semillas y picar la fruta. Poner a fuego una sartén e incorporar el tomate picado, la zanahoria y la cebolla. Si hiciera falta agregar unas cucharas de agua. Cocinar durante unos minutos, agregar el orégano y cuando estén cocidas las verduras, retirar del fuego y añadir el aceite. Se puede servir para acompañar pastas o polenta o arroz o realizar guisos. También se puede procesar.
Fuente: Guía alimentación complementaria Hospital Universitario Austral y de la Sociedad Argentina de Pediatría