Pensar en la lactancia al volver al trabajo suele generar cierta angustia y culpa en las mamás. Sin embargo, desde una mirada profesional, te aconsejo que vivas ese momento con total naturalidad.  En la medida que te adaptes a tu nueva vida como madre y trabajadora, también se adaptará tu hijo.

En los roles instaurados en tu nueva estructura familiar, el trabajo es función de los adultos, mientras que los niños deben permanecer en casa, o bien asistir a la guardería o jardín, según las circunstancias. Tu hijo entenderá que cada uno cubrirá un rol dentro de la familia, hecho que los ayuda a organizarse, estructurar límites y así lograr una sana independencia.

Una vez que hayas iniciado la rutina laboral, lo ideal sería que llegues a tu casa, te laves las manos y te pongas cómoda. De esta forma, y una vez que estés más tranquila, podrás atender mejor a tu hijo.

Qué tenés que hacer en tu trabajo

  • Lo primero que te aconsejo es que extraigas leche cada 3 o 4 horas. El fin de esta práctica es evitar la retención de leche, mantener el flujo y disponer de una cantidad extra para llevar a casa.
  • La extracción debes hacerla, si fuera posible, en un lugar tranquilo.
  • Tenés que depositar la leche en un envase limpio, de boca ancha, con tapa a rosca.
  • Guardá la leche en la heladera de tu trabajo, rotulando el envase con tu nombre.
  • Llevá la leche en una heladerita con hielo o gel refrigerante.
  • Cuando llegues a casa, guardá la leche en la heladera para utilizarla al día siguiente, cuando no estés.
  • Si el bebé tiene hambre, faltando pocos minutos (30 a 60 minutos) para tu llegada a casa, es conveniente que tengas instruida a la persona que esté a cargo del niño para que sólo le dé 40 – 60 ml de leche para entretenerlo. Así el bebé tendrá más apetito cuando vos llegues, y se prenderá bien al pecho.
  • Los días feriados dale a tu bebé solamente el pecho, durante los primeros seis meses de vida.

 

Cómo conservar la leche materna extraída

La leche de diferentes extracciones durante el mismo día puede mezclarse en el mismo envase hasta completar el volumen que requiere el niño en cada alimentación, refrigerándola entre las extracciones.

  • Utilizá un envase de plástico con tapa hermética.
  • Lavalo con agua caliente y detergente; enjuagalo bien.
  • La leche extraída tenés que refrigerarla.
  • Guardá la leche al fondo de la heladera, en la bandeja superior, no en la puerta.
  • Congelá la leche extraída si no la vas a usar dentro de los próximos dos días (recordá anotar en el envase la fecha de extracción).

Tiempo de conservación de la leche materna extraída

  • A temperatura ambiente → No aconsejable, salvo que la uses en menos de 6 horas
  • Heladera → 48 horas
  • Congelador→ 2 semanas
  • Freezer→ 3 meses

Cómo utilizar la leche materna extraída

  • Empezá a usar primero la leche más antigua.
  • Si está en el freezer, descongelala lentamente, pasándola a la parte inferior de la heladera.
  • Sumergí  el envase con leche en agua caliente.
  • Es habitual que la grasa de la leche extraída se separe dándole un aspecto de “leche cortada”. Al agitarla suavemente recuperará su apariencia normal.
  • Transportá los envases con leche; preferentemente en una heladerita con hielo o gel refrigerante.

Como en todo comienzo, te puede costar organizarte, pero rápidamente descubrirás que mantener la lactancia mientras trabajás es un alternativa sencilla y saludable para vos y, sobre todo, para tu hijo.

Compartí estos consejos con tu familia. ¡Su ayuda será muy importante para que vos puedas  mantener una lactancia natural y feliz mientras trabajas!