Este tópico forma parte de un planteo recurrente de los padres que me visitan:
- ¿Es verdad que los niños no pueden estar mucho tiempo en el sol?
- ¿En que les afecta el sol a los chicos?
- ¿Pueden ir a la playa con nosotros?
Esas preguntas tiene un montón de aristas a considerar. Pero, en términos generales, lo cierto es que la exposición prolongada al sol se acompaña de efectos perjudiciales para la salud, especialmente en los niños. Así que es necesario prestar mucha atención a su permanencia bajo el sol.
Al respecto, a continuación te dejo información útil para el cuidado de tus hijos.
Índice de contenidos
¿Por qué los niños son susceptibles a los rayos del sol?
Los niños tienen una piel muy fina y niveles bajos de melanina. Este pigmento de la piel es el que da el color tostado habitual de las personas que toman sol (o los que trabajan bajo los rayos solares). La melanina nos protege naturalmente de los rayos UV, pero los chicos aún no lo poseen en niveles elevados.
¿Cuáles son los efectos perjudiciales del sol?
La exposición solar puede producir quemaduras, envejecimiento prematuro de la piel, erupciones cutáneas por fotosensibilidad, cataratas y cáncer de piel.
¿Cuándo debo comenzar a proteger a mi hijo del sol?
- Siempre que esté expuesto al mismo;
- Durante la niñez y adolescencia, un individuo recibe el 80% de la radiación solar que recibirá durante toda la vida.
¿Cómo proteger del sol a los niños?
- Evitar la exposición solar entre las 10 y las 16 horas. Seguí con la “regla de la sombra”: Evitá el sol cuando su sombra sea más corta que su altura;
- NO expongas al sol a bebés y niños pequeños;
- Siempre utilizá protector solar para niños con factor de protección 30 o mayor, en forma adecuada:
► Colocáleselo 30 minutos antes de la exposición solar;
► La colocación debe realizarse sobre la piel seca;
► Renová la aplicación cada 3 horas, o luego de un baño o transpiración excesiva (aunque el producto sea “resistente al agua”); - No descuides las “zonas olvidadas”: Orejas, nuca, rodillas, empeine y labios;
- Poneles indumentaria adecuada (gorros, sombreros y remeras UV);
- Ofreceles a los niños suficiente agua antes, durante y después del sol;
- Una última: Es necesario que vos des el ejemplo como adulto por lo que también deberías utilizar protectores solares.